Maquinaria de Acuñación en Potosí
Don Armando nos guía seguidamente a las máquinas de acuñación de monedas. Estas fueron importadas —nos explica— desde Filadelfia, Estados Unidos, durante la presidencia de Mariano Melgarejo.
Desde el año 1860 hasta 1909 funcionaron sin cesar. Hoy día son unas piezas más de la colección del museo de la Casa de la Moneda.
Cuando estuvieron instaladas, lo primero que mandó acuñar Melgarejo fueron las monedas con su efigie y la de su secretario.
La cúpula de los hornos de fundición
La acuñación de monedas implicaba muchas cosas, aparte de las maquinarias de laminación y acuñación. De manera que ahora vamos a ver los hornos donde se fundía y preparaba el metal para las monedas.
Estos hornos presentan unas cúpulas que nos dan idea de la gran arquitectura y minuciosidad desplegada por los constructores españoles.
La forma que presentan las cúpulas de los hornos se debe a motivos técnicos —basados en el clima frío, el humo que despedía el proceso y el ambiente que debían tener— y no a motivos ornamentales, aunque a nuestra vista resaltan como tales.
Los sellos
Y aquí está la sala de los sellos o tipos, imprescindibles para la acuñación de las monedas.
Don Armando nos enseña la inmensa colección de sellos que fueron utilizados para la acuñación de todas las monedas que se emitieron hasta el año 1909.
Al principio, se los utilizaba a mano, cuando todavía no habían llegado las máquinas a vapor para la acuñación; por esta razón las primeras monedas emitidas fueron deformes.